domingo, 23 de octubre de 2011

El Compás del Silencio

Las notas serpentean
en el cadencioso sendero
que conduce a la melodía
Mientras los dedos, acarician
con los rítmicos acordes
el vacío de la nostalgia
Los suspiros interrumpen la pauta
de la tarde, que se adormece
acunada en un adagio
En el palpitar de los sonidos
se dibuja el recuerdo
de un ayer feliz
El equilibrio tirita
en el frío resplandor
de la desesperación
Miro al cielo
y me arrebujo en la piel
Crepita el oscuro
en cortinas de estrellas
con orla de plata
Habito en un letargo árido
entre tiempos
de una sinfonía inacabada
y lamentos orquestales
que se desoyen al llegar la madrugada
La consonancia lejana
de un intervalo desorientado
guía mis pies descalzos
que percusionan con lentitud
sobre la tierra húmeda
Las hojas caen con la armonía
de un otoño temprano
Pero no hay sol
que ilumine el desamor
ni viento que asole la tristeza
solo el sueño final
en su canon imperturbable
marca el compás del silencio