Adoro esa suavidad con que las hojas
van alfombrando el verde
Esa cálida sensación de roce
que se pierde en el aire
del atardecer
La calma de tus caricias
en las tardes sin tiempo
De tus besos en las noches
encendidas por la luna
De tus palabras
amansadas por la ternura
Cubramos con un velo
las palabras vanas
los recuerdos ingratos
las miradas hostiles
la falsedad y envidia
de un ayer que nunca fue mejor
Donde muere la hoja
brota una nueva sabia
de verdor intenso
y vida por vivir